Sabes que una de las razas preferidas de Your Mini Dog es el Bichón Maltés, así que si optas por adquirir o adoptar un peludín de esta raza, te vamos a ayudar a conocerlo mejor y a educarlo.
Que sepas que esta raza pequeña que se originó en el Mediterráneo y su nombre podría venir de la isla de Malta, aunque existe controversia al respecto de su origen real, parece que hasta allí llevaron los fenicios a sus ancestros desde Egipto.
Su eterno aspecto de cachorro, su tamaño lo hace ideal para adaptarse a espacios pequeños, así como su carácter noble, lo convierte en el compañero perfecto para personas mayores y para familias con peques.
Temperamento del bichón maltés
Estamos ante un peludín activo, muy inteligente, afable, cariñoso y muy amigable, además de un buen perro guardián, pues nos alertará de cualquier presencia inusual en casa.
Paseo, paseo y paseo
Tras cumplir con las primeras vacunas y su correspondiente desparasitación, ya podemos salir a la calle, ya que su sistema inmunológico estará más maduro y preparado para el exterior.
Aunque al ser pequeñín no necesita hacer mucho ejercicio, debemos sacarlo a pasear un mínimo de dos veces al día, pero nosotros te aconsejamos mejor tres. No sólo va a potenciar y fortalecer el vínculo entre vosotros; además ayudará a canalizar su energía, a disciplinarlo de modo natural y a socializarlo con menos esfuerzo.
La socialización no solo es necesaria para que interactúe con armonía con otros perretes, sino que también es muy importante si en casa convive con niños pequeños.
Tira de refuerzo positivo
El bichón maltés responde bien al refuerzo positivo, es decir, vamos a premiar sus aciertos en vez de castigarlo por sus errores.
Pero no solo vamos a tirar del refuerzo positivo, también va a ser necesaria una gran dosis de paciencia por nuestra parte; así, es conveniente que la enseñanza de las nuevas ordenes se repita de 2 a 3 veces al día y por períodos NO superiores a los 10 minutos en un entorno todo lo libre de distracciones que podamos.
Una de esas primeras órdenes debe ser que acuda a tu llamada, pues será fundamental para controlarlo mínimamente. Así, después de acostumbrarlo a su nombre, que debes pronunciar siempre igual -nada de hoy un diminutivo y mañana su nombre entero- para no liar al perrito, vamos a enseñarle a acudir a nuestra llamada con una orden corta como por ejemplo: ¡Ven, Bicho!
Cuando relacione que tiene en situarse a tu lado a esta orden, podemos seguir con un: ¡A la calle, Bicho! Y a poder ser, esta orden la daremos cuando tengamos en la mano su correa y en la puerta de la casa. Recuerda, siempre igual, ellos asimilan muy bien las rutinas y no tanto los cambios.
Otra de las órdenes que nos van a ayudar muchísimo es la de: ¡Siéntate bicho! Ayudándole al principio a que lo haga seguida de un premio-chuche y un arrumaco.
Conseguida esta, vamos a enseñarlo a que acuda y se siente junto a su comedero a esperar a que le pongamos la comida. Hasta que no lo haga, no debemos ponerle la comida. No va a ser fácil, pero cada día nos iremos acercando a esa situación ideal si somos constantes en esa rutina. ¡A comer, Bicho! Será la siguiente.
Si conseguimos, recordamos no sin esfuerzo y paciencia, esta pauta completa de estas 3 órdenes básicas, tendremos ¡muuuucho! camino realizado en su socialización y al ir a la calle, vamos a ejercer un mayor y más fácil control sobre nuestra mascota.
Además de acudir a la llamada y sentarse, el perro debe aprender otras órdenes de adiestramiento básicas como quedarse quieto o tumbarse. El proceso va a ser el mismo.
Los juguetes como herramienta educativa
Estamos ante un perro activo, por lo que es muy aconsejable que tenga varios juguetes para poder distraerlo, que no se aburra y se estrese, y además pueda canalizar su energía; si además, juegas con él y con sus juguetes mientras introduces nuevas ordenes, va a asociar todo el proceso a situaciones agradables en tu compañía.
Eso sí, sin alterarlo, pues entonces podríamos conseguir el efecto contrario al que nos proponemos. De hecho, será necesario un sereno y firme: ¡NO, Bicho! si durante el juego se pone demasiado nervioso o pelín agresivo.
Después de esta orden, deberemos permanecer quietos, ¡se acabó el juego hasta que obedezca!. Esa orden, nos va a ayudar a corregir comportamientos como los que acabamos de describir y ayudará a que nuestro peludo crezca adquiriendo un equilibrado comportamiento.
- Presta mucha atención a dedicarle tiempo cada día e incluir todas las órdenes: las básicas -repasándolas- y alternando con nuevas, y siempre de menor a mayor dificultad, complementando con grandes dosis de afecto.
Recuerda que si tratas a tu Bichón Maltés con cariño y respeto, conseguirás con el tiempo el mejor compañero de vida que puedas imaginar.
Pues eso, paciencia, cariño y regularidad van a ser tus aliados para conseguir la mejor educación para tu Bichón Maltés.
Y ya sabes, ¡arrumacos perrunos y mil amores guauguau para tu familia canina!