Como compañero de cuatro patas que has escogido a tu peludín, seguro que vas a querer llevarlo allí donde vayas. La montaña, la playa y el ocio en general, están repletos que actividades divertidas para toda la familia; también para su nuevo miembro, Así que es necesario que lo acostumbres desde pequeñín a estar en contacto con el agua.
Empezaremos con los baños en casa. Usa agua calentita, un chorro de presión suave y enjabónalo con mucho mimo y sin prisas. Es el mejor modo para que relacione el baño y el agua con un momento de placer para ambos.
¡Vamos de excursión!
Una vez que se haya acostumbrado a los baños domésticos, será mucho más fácil iniciarlo en paseos por lagos o ríos de aguas tranquilas sin demasiada corriente. ¡Nada de olas! ni aguas bravas, profundas o muy frías. Debe entrar sin miedo, para ello es importante un lugar poco profundo donde comenzar mojándose las patas y donde pueda entrar y salir solito.
Para que tu pequeño amigo no salga por patas al acercaros al agua, es importante transmitirle seguridad. Entra tú primero mojándote los pies y animándolo a que entre también en un tono suave y relajado, ¡nada de gritos!
Prueba a tirarle cerca de la orilla su pelota favorita o alguno de sus juguetes favoritos. Este método también resulta relajante, además de crear una asociación positiva con el agua.
En días de sol, el agua lo refrescará y podrá secarse al sol sin pasar frío. Más adelante, podremos llevarlo a la playa -las hay en todo el litoral de nuestro país aptas para perros- para ir acostumbrándose al sonido del mar y del agua.
No olvides, en cualquiera de vuestras salidas llevar SIEMPRE agua dulce para quitarle la sal -en la playa- y también para que beba, por si ha tomado demasiada agua de mar, es mejor que controles esto, pues podría ocasionarle vómitos y mareos. Si esto ocurre, sácalo del agua enseguida, poneos en un lugar sombreado e intenta que beba agua dulce para evitar la deshidratación.
¡Pues ánimo! Si sigues estos consejillos vas a tener un compañero de aventuras de lo más divertido.
Y ya sabes, ¡arrumacos perrunos y mil amores guauguau para tu familia canina!