A los tres meses de edad y según el plan de vacunación de su veterinario, es el momento ideal para dar vuestro primer paseo juntos. Y puede ser una experiencia divertida y que enganche a nuestro peludín o bien, un completo desastre que haga que tenga miedo al momento de salir de casa.
¡Vamos a evitar esto último, verdad? Lo mejor es practicar en casa.
Dias antes de la primera salida, es importante que se acostumbre al collar o al arnés y a su correita, para ello, podemos pasear el pasillo de casa, mostrando paciencia y haciéndole arrumacos. De este modo entenderá que es otro de vuestros juegos que tanto le gustan. Y si utilizamos alguna que otra chuche para premiarlo cuando no tense la correa muchísimo mejor.
Cruzando la puerta de casa
Llegado el gran, con su collar y correa puestos y mostrándole abiertamente que también llevamos las chuches, deja que olisquee el marco de la puerta, la alfombra de entrada y que olfatee todo cuanto quiera. ¡No tengas prisa alguna! Cuando veas que vuelve a estar por ti y que no se distrae, una caricia y una primera chuche al tiempo que le dices, ¡a la calle!, van a ser acciones que debes normalizar cada día. Y lo mismo si vives en un piso con ascensor. A repetir los pasos anteriores y ¡no lo cojas en brazos! Nunca. Tiene que ir independizándose poco a poco.
Ya en la calle
Tu comportamiento va a ser decisivo. Eres su mejor amig@ y lleva ya tiempo contigo. Eres su referente. Así que muéstrate tranquil@ y ve diciéndole esas palabritas que tenéis en común y que reconoce como mimos. ¡Las que hagan falta!
Escoge de antemano una zona y hora del día tranquilas, sin demasiados sonidos que puedan distraerlo o asustarlo. Según vayas viendo cómo tu peludín se aclimata al nuevo entorno exterior, puedes arriesgarte con horas y zonas de más presión, pero poquito a poquito.
Cuánto debe durar su primer paseo y cómo debemos actuar
Los primeros días, mejor si es cortito, no más de 15 minutos. Y si lo vemos ansioso pese a nuestras palabras y carantoñas, con 10 minutos va a ser más que suficiente.
Si nos encontramos con otro perrete y vemos que es amigable, mientras nos vamos acercando, ve diciéndole ¡qué bien un amiguito! y hazle algún que otro mimo también al otro para que nuestro peque vea que tú no tienes miedo y que lo aceptas. Él a su modo te imitará y comenzará a olisquear e incluso jugar. No sigas hablando… ahora es su momento. Ahhh… y nada de premiarlo con chuches para evitar conflictos con su amigo. Este encuentro debe ser corto al principio. Y ¿con gente…? pues más o menos el mismo patrón, es más, si la persona se muestra colaborativa, le podemos ofrecer una de nuestras chuches para que se la de ella misma. ¡Ya tenemos otro humano amigo!
Otra cosa importante!!! Nada de soltarlo y que vaya sin correa. Nosotros te recomendamos una que sea larga, de unos 5 metros al principio, e ir soltando y acortando en función de cómo veamos que lleva la experiencia. Aún es muuuuuy joven, tiempo tendremos con la práctica…
¡Pues eso! Ya estamos listos para su primer volteo. Sigue estos consejos y verás cómo se convierte en una experiencia muy placentera para ambos.
Ya sabes, 🐾 arrumacos perrunos y mil amores guauguau para tu familia canina!