Si a los niños les ayuda a ser más sociables y responsables, los beneficios que un perro les pueden aportar a nuestros mayores ¡son muchos!.
Y es que para los ancianos pueden suponer un cambio importante en sus rutinas, aportándoles vitalidad y sobre todo, mucha compañía.
Un peludo les va a ayudar a vivir una vida menos sendentaria, y que tras la jubilación, suelen sentirse menos útiles. Así, tener un perrito a su cuidado hará que se comprometan, se vuelvan a sentir responsables y aumenten su autoestima, además de mantenerse activos dentro de casa con su compañía y les obligue a salir también a la calle y a pasear con su peludín, ayudando a fomentar el ejercicio físico al aire libre de nuestros mayores.
¡Adiós a la sensación de soledad!
Nuestros mayores suelen pasar en soledad la mayor parte del día, ya sea por haber perdido a su pareja o por querer mantener su autonomía individual. Pero aún así, la sensación de soledad los puede acompañar, aumentando la tristeza y pudiendo llegar a la depresión.
Así que volver a sentirse útiles al adquirir un compromiso con su nueva mascota, hará que vuelva a tener una actividad rutinaria y además, agradable tanto para nuestro mayor como para su perro y nuevo amigo.
Convivir con su perro va a reducir también el estrés del anciano. Numerosos estudios demuestran que escuchar el ronroneo de un minino, el canto de un pájaro o el mimo de un peludo a sus pies o jugando a su alrededor, reduce la ansiedad y aumenta considerablemente la sensación de bienestar.
Debemos tener también en cuenta que los abuelos que viven solitos, conviven con algunos riesgos al haber perdido algunas de sus capacidades de movilidad o de atención, por lo que en caso de algún tipo de accidente, los ladridos de su amigo peludo, pueden alertar a los vecinos.
Pues eso, que todo son ventajas, así que cuando pienses en hacer algo útil por tu abuelo, piensa en la adopción o adquisición de un perro como nuevo compañero de vida.
Eso sí, déjate asesorar por profesionales del mundo de la crianza para encontrar la mascota que más se ajuste a la vida de nuestros abuelos.
Y ya sabes, ¡arrumacos perrunos y mil amores guauguau para tu familia canina!